La combinación de salud y deporte, impregnada de amabilidad, sacrificio y amor hacia aquellas personas con dificultades, da como resultado la felicidad.
La felicidad de quienes sortean barreras para poder practicar artes marciales o para quienes afrontan retos impensables, como hacer el Camino de Santiago o el del Rocío; la felicidad de quienes acuden a Espera, desde Europa, para disfrutar de nuestra tierra, la de quienes, desde Cádiz, viajan a Europa. No hay exclusión de ningún tipo si nos enfrentamos a nuestros miedos, si se ponen los recursos suficientes para cumplir los sueños.
Contáis y vais a seguir haciéndolo, con el apoyo de la Diputación de Cádiz. Compartimos vuestros sueños, tenemos la misma meta: la inclusión de aquellas personas que en alguna ocasión se han sentido desplazados por tener alguna dificultad.
¡Seguid haciéndoos más grandes, seguid derribando barreras!